lunes, 29 de noviembre de 2010

UN 9 DE JULIO MUY ESPECIAL

Hacían 13 días había cambiado el gobierno. Un golpe militar destituyó al presidente Illia, asumiendo un general llamado Onganía. Lo que en aquel momento se dio como una de las razones, habría sido la lentitud y parsimonia con que el gobierno tomaba sus decisiones. Apoyaba este golpe de estado, la prensa (cuando no) y especialmente un periodista-dibujante, Juan Carlos Colombres (Landrú) muy TOP por esa época, que muy jocosamente había apodado al presidente “la tortuga”. Este mote fue esgrimido por el ambicioso general con vocación de manejo del país, que fiel al estilo inaugurado por otro general (Uriburu) en el año ‘30, descubrieron lo fácil que es tomar el poder por la vía de la fuerza de las armas, cuando este derrocó al presidente Hipólito Irigoyen. Terrible historia de los golpes militares en nuestro país. Este nuevo presidente decidió cumplir con el programa de traslado de la Capital de la República, durante una semana a la ciudad de Tucumán. Se intentaba así, un homenaje por ser esta ciudad el lugar elegido hacían 150 años para realizar la mas importante asamblea, que con representantes de todas las provincias, declararon la Independencia. Por supuesto que esto (el traslado) era más simbólico que efectivo. 


La fiesta, espectacular, (ilustro).

También estuvo el flamante presidente, cuyo ingreso solo fue aplaudido por menos de un 10% de la concurrencia, (yo no) en una clarísima demostración de indiferencia y hasta desprecio hacia él, y los oficiales que lo acompañaban. En varias oportunidades lo tuve a menos de 2 metros, pero entre la rebeldía de los 18 y mi desinterés, sólo lo veíamos de reojo, ya que habíamos ido con mi novio y un grupo de amigos. La fiesta estuvo muy linda, tanto que nos quedamos hasta cerca de las nueve de la mañana, donde nos sirvieron el tradicional chocolate.

Al regresar, tuvimos problemas para llegar a mi casa, ya que estaba frente al palco oficial. Sobre esa avenida un rato más tarde se haría el desfile militar que llegaba a incluir fuerzas de países vecinos.

Cuando subimos a la terraza de casa una gran cantidad de amigos y conocidos ya nos habían anticipado. Fue incomodísimo caminar entre la muchedumbre con ropa de gala, pero no podíamos llegar en auto, pero bueno, hoy en día a veces es peor, (aunque vivo en otro lado, en un departamento en el paseo de la Independencia, aunque suene irónico) entre protestas de médicos, madres en lucha contra el paco, jubilados, remiseros (todas causas de alguna manera justas), llegar a mi casa a veces se torna una odisea, y ya mi cuerpo y mis años, y mi falta de novio/marido que me lleve del brazo, hacen que no pueda hacer frente a estos ejércitos humanos que me impiden el paso, aunque no todos los días sea 9 de julio ni tenga este tipos de fiestas inolvidables.   


2 comentarios:

Ralu dijo...

SOS INCREIBLE, MARIA ELENA, NO SE SI REIRME O LLORAR

Maria Elena dijo...

no se a que te referis con eso de increible, jajajajajaajaj